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diumenge, 28 d’octubre del 2012


Article de la Infermera Google

¿Cibercondría? ¡Come más zanahorias! (Imagen: (cc) Rafael Mejia Is Alive/ Flickr)
El periodista Gary Finnegan lo resume bien: “La Web 2.0 está sorprendiendo con nuevas y escalofriantes posibilidades: captación de pacientes para ensayos clínicos, escuelas virtuales de medicina, diagnósticos en línea e incluso tecnologías de computación en nube para almacenar historiales médicos”. Tal es la revolución, y tal la sacudida que vive la medicina tradicional.
               
Esta mañana me desperté con dolor de cuello. Tenía dos opciones: visitar a mi médico de cabecera o buscar algunos términos en Google. ¿Y si es meningitis? La primera página web pregunta si me siento desorientado o tengo náuseas. Otra web sugiere que podría deberse a una hemorragia o inflamación del encéfalo. Puede que sea osteoartritis cervical. Y no descartemos un tumor cerebral… Pero la realidad es que padezco “cibercondría”. Mi médico de cabecera, o mi sentido común, bien podría haber advertido que la tortícolis y la cefalea matutina habían sido producidas por una ingestión excesiva de vino tinto y una mala noche de sueño, pero las búsquedas en internet son rápidas y gratis (aunque no sean la herramienta más precisa…).

CIBERCONDRÍA

El problema del acceso desenfrenado a información médica de dudosa calidad irrita a los médicos desde hace una década. El doctor Scott Haig, médico y columnista de medicina en la revista Time, describió la angustia de Googleros médicos”, esto es, pacientes que acuden a su consulta pertrechados con manojos de posibles diagnósticos y suposiciones. Según el columnista, “estos pacientes se muestran generalmente desconfiados y escépticos, te salen con frases carentes de lógica médica, palabras mal usadas e ideas poco maduradas”. Las asociaciones de defensa del paciente se levantaron en armas alegando que Haig es un paternalista anticuado con complejo divino, que teme al paciente moderno e informado y que se está adaptando al cambio a paso de tortuga. Tanto el uno como los otros tienen razón: no toda la información es útil, pero ignorar internet es ingenuo y arrogante.
Google reconoce que aproximadamente el 6% de la información médica en línea es imprecisa.

Ahora bien, las cosas están mejorando: Google reconoce que aproximadamente el 6% de la información médica en línea es imprecisa. En internet se pueden encontrar fácilmente grupos de discusión donde miles de usuarios intercambian sus experiencias. La Web 2.0, que se caracteriza por permitir un mayor grado de interacción y colaboración, ha puesto un poderoso remedio en manos de médicos y pacientes. Los pensadores del momento se están adhiriendo al potencial que ofrece la web para realizar sus aportaciones a la medicina.


La investigació en Infermeria

La investigació d’infermeria és un medi poderós per respondre les preguntes sobre les intervencions d’ atenció de salut i formes millors de promoure la salut.

El principal objetiu de la investigació d’ infermeria és millorar els resultats de les cures fent avançar els coneixements i la pràctica de la infermeria.

Els sectors en els que participa són: la promoció de la salut, la prevenció de les malalties, el control dels símptomes, conviure amb malalties cròniques, i el fonament de la qualitat de vida (cuidar els pacients que experimenten canvis de salut i en la malaltia, i mesurar els resultats de les cures d’ infermeria).

Article:

¿Tienen efecto las horas trabajadas en la seguridad de los pacientes?

Artículo original: Scott LD, Rogers AE, Hwang WT, Zhang Y. Effects of critical care nurses' work hours on vigilance and patients' safety. Am J Crit Care 2006; 15: 30-37.Introducción: Para reducir al mínimo la ocurrencia de acontecimientos adversos, las enfermeras de intensivos deben estar alerta a los cambios sutiles en las condiciones de los pacientes, realizar valoraciones clínicas precisas, y responder eficazmente. Son escasos los estudios sobre los efectos de las horas del trabajo de las enfermeras en la vigilancia y seguridad de los pacientes.

Resumen: Los autores marcan como objetivo describir los patrones de trabajo de las enfermeras y determinar si existe asociación entre la ocurrencia de errores y las horas trabajadas. Para ello, enviaron a una muestra escogida al azar de enfermeras de cuidados intensivos en Estados Unidos dos cuadernos de campo. Se anotaron horas trabajadas, las horas extras, días libres, patrones de sueño-somnolencia y errores cometidos. Contestaron 502 enfermeras, con una tasa de respuesta del 43,7%. El 92,3% eran mujeres con una media de edad de 44,3 (DE 8,0 años) y una experiencia profesional de 18,4 (DE 8,5 años). La mayoría trabajaron turnos de 12 horas (87,7%), en hospitales con una capacidad de 100 a 300 (42%) o más de 300 (50%) camas. El 27% de las enfermeras informó un error, sobre un total de 224 errores. El 56% implicó un error de  medicación. El 40% de episodios de somnolencia y el 23% de sueño real ocurrieron entre las 6AM y la medianoche. El riesgo de error casi se dobló cuando las enfermeras trabajaron 12,5 horas o más consecutivas (OR 1,94; p = 0,03). El trabajo de más de 40 horas a la semana tenía un efecto significativo en los errores (OR 1,46; p = 0,01).